A solo 4 horas de Oslo en tren, Røros es una de las 8 joyas del Patrimonio Natural e Histórico de la Humanidad que encontrarás en Noruega.
Ideal para una escapada de fin de semana durante el invierno, este destino es ideal no solo para conocer un poco más de la historia del país, sino también para probar toda la gastronomía del corazón de Trøndelag.
Cómo y por qué Røros.
Comenzamos planeando esta escapada de fin de semana con mi amiga Caroline, con quien compartimos una lista de destinos en Noruega que si o si debemos conocer alguna vez.
En este caso Røros es famosa por tener un de los mercados navideños más característicos del invierno Escandinavo y fue esta la principal razón que nos impulsó a viajar para visitarla durante el último fin de semana antes de Noche Buena el pasado Diciembre.
La aventura comenzó en la Estación de Oslo luego del medio día, donde tomamos una combinación de 2 trenes para llegar a nuestro destino final para las 19 horas (RE10 Oslo – Hamar + R60 Hamar – Røros). En total fueron 4 horas de viaje.
Es importante que les cuente que la combinación de trenes fue super fácil y rápida.
Al llegar a Hamar el siguiente tren ya estaba en la estación, por lo que no tuvimos que esperar en el andén teniendo en cuenta la nieve con la que ya contábamos para esa fecha, asique si es la primera vez que viajas en tren al interior de Noruega, no tengas miedo. Siempre toda la información está disponible tanto en las app como en el mismo tren.
Ambos servicios tenían máquinas expendedoras de café y algunos snacks rápidos, además de internet, lo que hizo mucho más fácil optimizar el tiempo de viaje.
Una vez que llegamos a Røros, caminamos desde la estación directamente a nuestro hotel Vertshuset Røros, ubicado sobre la calle principal, y a pesar de que muchos lugares ya estaban cerrados a las 7 pm, empezamos a entender por qué los alojamientos estaban casi agotados, créanme cuando les digo que aquí la navidad se vive a otro nivel.
Cada rincón de este pequeño pueblo es una postal por sí solo en toda época del año, pero verlo con toda la decoración navideña fue como entrar en una película, en espacial para los que solemos vivir estas fechas en pleno verano.
Luego de tomar un millón de fotos durante una corta caminata desde la estación al hotel, dejamos nuestro equipaje en la habitación y salimos a buscar alternativas para cenar.
Unas calles abajo, llegamos al Kaffestuggu (1915) y con mucha, realmente mucha suerte conseguimos una mesa gracias a la amabilidad y excelente predisposición de su personal que se apiadó de nosotras porque el lugar estaba lleno.
Probablemente nos vio cara de agotamiento y hambre, pero la anfitriona no solo nos hizo espacio en el salón, sino que se dedicó a contarnos sobre el lugar, su historia y hasta nos recomendó diferentes fechas para volver a Røros durante el año. No quiero aburrirlos con elogios, pero fue una de las mejores experiencias que he tenido de servicio en Noruega.
Al día siguiente y desde temprano, estábamos listas para visitar los lugares más emblemáticos además del mercado navideño.
Qué ver en Røros
La ciudad fue fundada en 1646 cuando el cobre fue descubierto en el sector y pronto se convirtió en una de las explotaciones mineras más importantes del país. Desde 1980 es considerada por la UNESCO como parte de la herencia natural y cultural de la humanidad, junto a otras 7 en todo Noruega. Créeme, caminar por sus pequeñas calles y visitar cada cafetería fue palpar historia, autenticidad e identidad al segundo.
La agenda de mercados locales está íntimamente relacionada con la cultura Sami, comunidad que aún vive en la zona y continua con la cría de renos, por lo que durante el invierno podrás descubrir no solo las ferias navideñas, sino también gastronómicas, especialmente en febrero.
Una vez que comiences a caminar, encontrarás números en la fachada de muchas casas, pues bien, Røros cuenta con más de 100 casas de madera construidas entre los siglos dieciocho y diecinueve por los mineros del lugar. Toda la arquitectura es funcional y teniendo en cuenta que los animales domésticos formaban parte de la vida cotidiana, la mayoría de las propiedades cuentan con graneros o caballerizas anexados a las dependencias principales.
Actualmente la mayoría de estas casas se encuentran reconvertidas en cafés, galerías de arte o comercios del casco histórico como Kaffestuggu, el lugar que les mencioné anteriormente.
No puedes dejar de visitar su Iglesia considerada como “la joya de la ciudad minera” ya que fue construida durante la época dorada de la Røros Copper Company y cuenta con capacidad para 1600 personas, convirtiéndola actualmente en una de las más grandes de Noruega y el escenario ideal para muchos conciertos, especialmente durante las fechas del mercado navideño.
Otra parada obligada es la visita al Museo de Røros, su edificio principal, llamado Smelthytta, está construido sobre las ruinas de la última fundición de Røros Copper Company, que se quemó en 1975. Las exposiciones están abiertas todo el año, con excepción de algunos días festivos, y puedes combinarlas con una visita guiada a la Olav´s mine.
Entre muchas actividades disponibles se destacan visitas guiadas gratuitas al casco histórico, charlas sobre la cultura Sami e incluso panoramas más activos como hikes en los alrededores del valle y paseos en trineos.
Y si quieres dedicarle más de un fin de semana a la región adéntrate en los Parques nacionales de Femundsmarka y Forollhogna ideales para pescar y acampar. O también puedes dirigirte a Jutulhogget, el cañón más extenso de todo el norte de Europa.
Escapadas de fin de semana: Visita Røros desde Oslo.
Recomendaciones y sugerencias.
Después de vivir esta escapada de 24 horas a Røros, quiero compartir con ustedes estas recomendaciones y sugerencias para que no cometan mis errores y puedan optimizar mejor su estadía.
Si visitan la región en época festiva, busquen el alojamiento con tiempo. Røros ofrece diferentes alternativas y para diferentes presupuestos. En nuestro caso reservamos la única alternativa disponible ya que nuestras fechas no eran flexibles.
Hagan reservas para cenar con tiempo. No comentan el error de llegar después de las 5 pm sin un lugar seguro para comer al menos esa primer noche.
Planifica las visitas gratuitas. Muchas están disponibles solo 1 vez por semana y en horarios específicos, por lo que te recomiendo planificar tus actividades con tiempo suficiente.
Prueba nuevos sabores. La región es conocida por contar con una de las cocinas más tradicionales de Noruega, basada en productos locales como la carne de reno.
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